“Busque durante años la independencia y la libertad. Perdí muchas cosas importantes porque suponían una atadura. Huí de la estabilidad porque no soportaba que la comodidad condicione y rija mi comportamiento.
Rechacé contratos, y relaciones.
Me desprendí de todo por lo que la gente lucha.
Y me encontré en el centro de un folio en blanco listo para escuchar mis historias.
Busque la libertad y procuré en consecuencia la soledad.
Ya no sabré lo que se siente con la firmeza de un suelo bajo tus pies. Mi cuerpo irá de playa en playa arrastrado por la corriente. Solitario. Sin rumbo. Pero libre.
El mar de Barcelona me escribió una carta:
Te veo cada día venir aquí al salir de trabajar, te quitas los tacones, las medias, el traje, sueltas el pesado bolso de Mary Poppins, y borras tu maquillaje con mi vapor. Te desnudas ante mi para quitarte el peso de tu atuendo.
Eres ese pez que nada en la corriente pero siente la necesidad de salir volando.
Olvidas lo que debes ser y vuelves a ser.
Sientes la brisa en tu piel y tu cuerpo flota mientras tu mente vuelve a replanteárselo todo.
Cada día vienes a verme y te renuevas, te cuestionas todo y vuelves a la conclusión de que estas en el camino correcto.
Ni siquiera por los miedos dejarás de cumplir tus sueños.
Vienes, respiras, escuchas, lo necesitas. Da sentido a todo lo demás.
Me miras.
Te seduzco con la sensualidad de las olas, pero te sientes pequeña frente a mi. Te abrazas a la arena y te acurrucas al calor del sol. Y yo me quedo mirándote admirado por el placer que te produce estar aquí.
Ahora has descubierto que los mejores momentos son los que no haces nada y consigues no pensar en nada.
Te regocijas en tu paz interior.
Ni el bombardeo de la sociedad puede apagarte.
No es necesario que te suceda un hecho inédito o impresionante como una muerte o un gran riesgo para que todo se derrumbe. A veces una simple mirada, una luz, una frase …pueden cambiarlo todo.
No os gusta a los humanos, aceptar que el peso de la felicidad lo acarreáis vosotros. Intentais echarlo sobre las condiciones que os rodean. Pero es una excusa para no realizar el esfuerzo de cambiar. Para no aceptaros responsables.
“Soy así” “la vida me ha hecho así” Te quitas el peso de encima y vives con la tranquilidad de que no es culpa tuya, pero eres infeliz.
La vida es una continua elección.
Reinvéntate cada día.
No temas el cambio porque de su mano viene el progreso .
Decide cada mañana, qué mantener y qué quitar.
Tus elecciones son lo único que no podrán quitarte nunca.
Evita que los sentimientos de tu cuerpo se coman la lógica de tus principios.
Y no dejes de ver las cosas desde fuera de tu vida. Conoce otras culturas para tener otra perspectiva.
A veces escucho tus pensamientos y te preguntas porqué dejaste de escuchar a tu corazón para escuchar a la gente. Porqué eres consumista. Porqué te hace sentir bien el poder. Porqué dedicas más tiempo a cuidar tu aspecto que tu alma. A veces sueñas con la muerte como la única cosa que puede acabar con el martirio de la avaricia.
A veces te cansas de vivir. De no encontrar a nadie que no se mienta a si mismo. De ser arrastrado a trabajar, estudiar, cuidarte, vida social…correr de un lado a otro.
La triste realidad es que nunca serás perfecta.
Te cansas de engañarte y de que te engañen.
Estas tan agotada que quieres cerrar los ojos quizás para siempre.
Te persiguen los miedos y no puedes dejar de correr: 20 añitos y ya 2 independizada, trabajando para hacer ricos a otros, te echan de los empleos por no cumplir las normas, y cuando no es así y tus compañeros te odian porque piensas más en el cliente que en ellos.
Tu mochila pesa demasiado para que la lleve una niña.
Tu camino quiere ir a la sabiduría que en verdad tiene que ver con leer, estudiar y sacar un aprendizaje de cada gesto. En el fondo de tu corazón sabes que la sabiduría te dará más poder que ningún currículum ni contacto.
Pero perseguir la sabiduría no es fácil, cuanto más sabes, más triste te sientes por lo que no sabes. —-
Tras visitar al mar, a mi lado Itxaso, volví a casa y salí al balcón:
HOLA MUNDO! Que quieres de mi?
Miré hacia la calle donde la sociedad caminaba bajo mis pies.
Y yo ahí, parada, preguntándome qué hacer con la vida que me han regalado.
¿Aceptar el momento y lugar de la sociedad en que estoy, o ir en busca de lo que hay más allá de ella?.
Los dos mundos me atraen pero ninguno me absorbe. Huyo hacia el otro cuando me siento demasiado metida en uno. Pues no quiero que ninguno de los dos deje de avanzar. No quiero ser hippie ni una hormiguita trabajadora. No quiero pertenecer a ninguna tribu, a ningún grupo, quiero ayudar a que conecten entre ellos.
La gente escoge un camino, pero termina desvalorando el otro y luego también el propio. Han perdido la perspectiva.
Me gusta vivir entre todos. Es perfecto pues un mundo alimenta el valor del otro. “
Miércoles 11 JUNIO 2008, Barceloneta.
Desde hace 10 años nació Un Amigo en la Ciudad en mi mente, más allá de una visita turística como una forma de mezclar mundos, culturas e ideas, ricos y pobres, mundos físicos y espirituales, porque como bien dije entonces : conocer otro mundo alimenta el valor del que ya conoces. Y a veces parar tu tren para mirar con otras gafas te regala aptitudes que te ayudan a avanzar más deprisa o a llegar más lejos.